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EL MAR
Beneficios del Mar
Consejos para el baño




Beneficios del Mar
En casi todo el mundo, la talasoterapia es el nuevo y más utilizado método para recuperar el bienestar general y ganar en belleza. Los institutos recurren a todos los productos del mar (agua, algas, lodos y arena) para diversos tratamientos, los mismos que ahora podemos tener a la mano si salimos de vacaciones precisamente al mar. El agua de mar contiene más de 90 sustancias químicas que ingresan directamente al organismo a través de la piel cada vez que se disfruta de un refrescante baño. Sus oligoelementos, la temperatura y el movimiento del agua tienen acción directa sobre casi todos los sistemas orgánicos. Aunque durante las vacaciones, en general, la idea es solamente gozar de la fresca caricia del agua, además se pueden aprovechar esos días para hacer un verdadero tratamiento de salud integral, gratuito y placentero. Los siguientes son los beneficios que le aporta el mar a la salud:

Sistema nervioso y emociones: la temperatura y las sales minerales estimulan el sistema nervioso vegetativo, responsable de las reacciones y emociones. Así, el baño de mar genera un estado de bienestar y relax inmediatos. Las aguas del Atlántico, además, son realmente beneficiosas para la recuperación de fatiga crónica, cansancio mental y convalecencia de enfermedades.

Huesos y articulaciones: lo primero que ocurre dentro del mar es que a menor peso del cuerpo se da una mayor movilidad, lo cual es altamente saludable para articulaciones inflamadas y problemas óseos y musculares. Pero, además, el movimiento del oleaje es una especie de masaje vigorizante y tonificante de los músculos y tiene efecto analgésico sobre dolores articulares, de columna e incluso postoperatorios. Si se suma al baño de mar, compresas con arcilla se conseguirá el mejor tratamiento preventivo para frenar el avance de enfermedades reumáticas.

Piel: en este caso se conjugan dos acciones. Por un lado, el sol (siempre atendiendo a las precauciones) tiene un efecto desinfectante (acné, supuraciones, edemas, etc.) y a esto se suma el agua de mar que tiene acción drenante y purificante. Por esto, después de 10 ó 15 días de baños se obtienen excelentes resultados con las impurezas de la piel e incluso con la psoriasis. A esto se agregan las algas, verdaderas fuentes de nutrición y humectación para la piel con sólo colocarlas sobre ella.

Circulación sanguínea: el cambio de temperatura es el mejor de los estimulantes de la circulación sanguínea que, además, mejora la oxigenación y purifica el organismo. Pero también, la presión que ejerce el agua lejos de la superficie es mayor, de modo tal que el baño de piernas de las rodillas hacia abajo mejora muchísimo los problemas de várices y también equilibra la hipertensión.

Sistema celular: la enorme cantidad de sales minerales que contiene el agua marina ingresa por los poros y las glándulas sudoríparas directamente hacia las células en cada baño. De esa manera, se mejora la asimilación de nutrientes y la síntesis de vitaminas, remineralizando íntegramente al organismo. Por esto, los baños de mar dan una inmediata sensación de energía y vitalidad.

Metabolismo: el yodo que contienen tanto el aire como el agua marinos influye directamente sobre la tiroides, estimulando el equilibrio orgánico. Los baños de mar son ideales para personas obesas que están en tratamiento de adelgazamiento tanto como para la delgadez extrema.

Sistema respiratorio: al favorecer la expectoración y humectar las mucosas nasales, el baño marino mejora rinitis y sinusitis. El problema, en estos casos, es defenderse de la acción del sol que ejerce la acción contraria.




Consejos para el baño
Además de disfrutarlo, el baño de mar puede ser una excelente terapia curativa. Para aprovecharlo, puede seguir los siguientes consejos: Lo ideal es tomar de uno a tres baños por día, siempre que el clima lo permita. Es esencial preparar el cuerpo antes de entrar al agua: haga un precalentamiento en la playa caminando a paso firme por la orilla unos 15 minutos o realice una rutina física. Aunque es lo común, lo mejor no es entrar al mar lentamente y mojando largamente sólo los pies. Se debe ingresar rápidamente y zambulléndose lo antes posible para aprovechar el beneficio del cambio de temperatura. El baño no debe durar más de 5 minutos. Esos 5 minutos deben aprovecharse con movimientos. Se puede nadar o hacer "la plancha" (que da excelentes resultados para la relajación y descanso mental) pero la actividad nunca debe llegar al agotamiento físico. Para quienes no saben nadar, lo mejor es caminar dentro del agua hasta que su nivel llegue al pecho (excelente para várices y piernas cansadas o inflamadas) o hacer ejercicios como bajar y subir los brazos extendidos dentro del agua, abrir y cerrar las piernas haciendo "la plancha" y dar saltos agachándose y levantándose (muy recomendable para personas con poca movilidad o en convalecencia). Al salir del agua, no debe secarse con toalla sino al aire libre y bajo el sol (en los horarios permitidos y con protección) para que las sales sean absorbidas por los poros. En este momento, también son convenientes los ejercicios físicos iniciales. Si los hace tanto como si no, termine con una sesión de técnicas respiratorias: siéntese con la espalda bien derecha, exhale todo el aire por la nariz e inhale despacio y profundamente, expandiendo el estómago. Contenga la respiración y baje la cabeza metiendo la pera en el tórax. Levante la cabeza, suelte el aire lentamente por la nariz y repita el ejercicio durante 10 minutos.