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HISTORIAS DE AMOR

Don Quijote de la Mancha y Doña Dulcinea del Toboso
Don Juan Tenorio y Doña Inés
Clara Petacci y Benito Mussolini
Adolf Hitler y Eva Braun
Elizabeth Taylor y Eddie Fisher
Calixto y Melibea
Christine Keeler y John Profumo
Shah Jehan y Muntaz Mahal
Frances Stevenson y David Lloyd George
Monica Lewinsky y Bill Clinton
Los amantes de Teruel
Lucy Mercer y Franklin Roosvelt
Juana la Loca y Felipe el Hermoso
Judith Exner y John F. Kennedy
Romeo y Julieta
Sissi de Baviera y Francisco José
Rainiero de Mónaco y Grace Kelly

John Lennon y Yoko Ono
Camila Parker y Carlos de Inglaterra
La Reina de Saba y Salomón
Tristán e Isolda
Liu Guojiang y Xu Chaoqin (La Escalera del Amor)
Cleopatra y Marco Antonio
Katharine Hepburn y Spencer Tracy
Bonnie & Clyde



Don Quijote de la Mancha y Doña Dulcinea del Toboso
Estos dos personajes cuya irrealidad quiso remarcar Cervantes con gruesos trazos, responden a unos caracteres tan marcados de la realidad humana, que han pasado a la inmortalidad al igual que otras grandes parejas de enamorados inmortalizadas por la leyenda.  Don Quijote de la Mancha es la viva estampa del noble caballero que vivía en su arcaico mundo caballeresco: el creador del AMOR CORTÉS, que marcó el camino al actual concepto del AMOR. Un mundo que habiendo sido una poderosa realidad a lo largo de toda la edad media, fue idealizado en las novelas de caballerías, pasando de este modo a su dimensión irreal e intemporal. De esa dimensión tomó modelo Don Quijote. Su condición de caballero le impone a Don Quijote la obligación de entronizar en su corazón una gran dama en cuyo servicio serán todas sus andanzas de caballerías. No habiendo en la realidad nada que requiera los servicios de la caballería, a nuestro caballero no le queda más servicio que el de su dueña, la sin par Doña Dulcinea del Toboso.




Don Juan Tenorio y Doña Inés
Don Juan Tenorio es el prototipo amoroso masculino que ha conquistado de forma más ostentosa el teatro, la literatura y el lenguaje. No se dirá de nadie que en cuestiones de amor es un Romeo o un Marco Antonio, o un Calixto, o un Otelo o un Don Quijote: pero sí que dirán de alguien que es un Don Juan. ¿Por qué Don Juan Tenorio tanto, y los demás modelos de amante tan poco?  Lo llamativo de este fenómeno es que precisamente el transgresor, el calavera, el que sin el menor escrúpulo juega con los sentimientos de las mujeres que confían en su amor, precisamente ese se haya ganado un lugar de honor en el alma de la gente: Tirso de Molina, en 1630 nos ofrece ya el personaje de Don Juan Tenorio con nombre y apellido en El burlador de Sevilla y convidado de piedra. Tenía antecedentes, claro está, pero a él le cupo la gloria de la creación del personaje, y a José Zorrilla, desde 1844 en que estrenó su Don Juan Tenorio, la gloria de su extraordinaria popularización. Desde entonces, y a lo largo de más de un siglo, año tras año se representaba en toda España por la fiesta de los Difuntos.  El personaje venía de muy lejos: aunque España fue finalmente la patria que le acogió como hijo predilecto, no fue su lugar de nacimiento. Don Juan, antes de adoptar el apellido de Tenorio, es un auténtico ciudadano del mundo. España sólo acabó de caracterizarlo y de darle un nombre inmortal. Mozart le dedicó una ópera. La gran novedad del Don Juan de Zorrilla es que finalmente sale absuelto: rehabilitado que diríamos hoy, en vez de condenado sin remedio como el de Tirso de Molina y tantos otros bajo nombres distintos. Don Juan quiso apuntar a lo más alto, quiso robarle a Dios una novicia, Doña Inés, y dio con ella, claro está, la enamoró. De momento él quedó triunfador,  pero no contaba Don Juan con quedar atrapado en su propia trampa. Tanto le costó conquistar a Doña Inés, que tuvo que poner en ello el alma. Tuvo que superarse a sí mismo, y en verdad que se superó.




Clara Petacci y Benito Mussolini
Clara Petacci fue una joven proveniente de la aristocracia italiana. Siempre admiró a Benito Mussolini, por lo cual decidió ir en busca de él. Cuando se conocieron, Musollini quedó impactado con la belleza de Clara. No tardaron en iniciar un tórrido romance, pese a que este estaba casado. Cuando su gobierno cayó, ella decidió morir a su lado y fueron fusilados juntos en 1945.




Adolf Hitler y Eva Braun
El Führer no parecía ser un hombre de carne y hueso; se le desconocía toda relación privada, nada se sabía de sus diversiones, sus amistades o sus debilidades íntimas; tan sólo sus colaboradores Hess, Goebbels, Göring y otros que más tarde ocuparán los cargos importantes del Reich tenían acceso a su persona y lo acompañaban como sombras. Su principal afición era tomar el té con su gran amor, Eva Braun, a la que había conocido en Berchtesgaden en 1929, cuando ella tenía diecisiete años. Se trataba de una joven rubia y sonrosada, de aspecto fresco y sano, tal como le gustaban a Hitler y como convenía a su ideal ario. Su carácter alegre y despierto hizo que esta mujer se convirtiese en compañera inseparable del Führer, aunque nunca llegaría a ser oficialmente la primera dama de Alemania. Una noche de octubre, en 1929, la nueva asistente del estudio fotográfico Hoffman en Munich, Alemania, se sonrojó al descubrir a un cliente mirando sus muslos mientras ella, subida en una escalera, extraía unos documentos de un archivo difícil de alcanzar. Un poco más tarde, le preguntó a su jefe, Heinrich Hoffman: '¿Quién es ese hombre del bigotito raro?'. Hoffman quedó sorprendido de que la joven no lo hubiera reconocido y le dijo que era Adolfo Hitler. Así fue como Eva Braun conoció a su primer y único amor. A 16 metros bajo tierra, Eva pasa las últimas semanas de su vida en el búnker. Hubiera podido salvarse, pero no quiso abandonar a su amante. El, como premio, la convirtió en su esposa. Vestida de tafetán y con sus joyas, firma por primera y única vez con el nombre de Eva Hitler. Tras la ceremonia se hace una fiesta y, durante la noche de bodas, fue cuando Hitler mandó a fusilar al cuñado de Eva por intento de evasión. A las 3:30 de la tarde del 30 de abril de 1945 ambos entran al despacho de Hitler. Eva recibe una dosis de cianuro y una pistola, Hitler masca la ampolla y se pega un tiro en la cabeza. Eva no alcanza a percutar la pistola, muere por el veneno.




Elizabeth Taylor y Eddie Fisher
Elizabeth Taylor, “la belleza de los ojos violeta” no sólo fue famosa por sus 8 matrimonios. Antes de convertirlo en su cuarto esposo, Taylor protagonizó un polémico romance con el cantante Eddie Fisher, quien por entonces estaba casado con una de las mejores amigas de la actriz, Debbie Raynolds. Juntos formaron uno de los romances más tórridos de todos los tiempos.




Calixto y Melibea
Son la versión española de Romeo y Julieta, inmortalizados por el genio de Shakespeare. Pero no se quedó atrás Fernando de Rojas en la narración de la historia de los dos amantes que eligió para amonestar a los lectores sobre los  peligros a que se exponen los que se dejan arrastrar por otros al torbellino del AMOR y entran incautos a abrasarse en el fuego que otros atizan para su provecho.  Calisto fue de noble linaje, de claro ingenio, de gentil disposición, de linda crianza, dotado de muchas gracias, de estado mediano. Fue preso en el amor de Melibea, mujer moza, muy generosa, de alta y serenísima sangre, sublimada en próspero estado, una sola heredera a su padre Pleberio, y de su madre Alisa muy amada. Por solicitud del pungido Calisto, vencido el casto propósito de ella (entreveniendo Celestina, mala y astuta mujer, con dos sirvientes del vencido Calisto, engañados y por ésta tornados desleales, presa su fidelidad con anzuelo de codicia y de deleite) vinieron los amantes y los que les ministraron en amargo y desastrado fin. Para comienzo de lo cual dispuso la adversa fortuna lugar oportuno, donde a la presencia de Calisto se presentó la deseada Melibea.  La gran novedad que representa la Tragicomedia de Calixto y Melibea es la mediación de la Celestina y de toda la tramoya que ésta conlleva. Por lo que respecta al desarrollo de los amores de los dos jóvenes, se repite el argumento que viene desde la comedia griega, continuó en la latina con Plauto y Terencio, y se mantuvo en la comedia humanista. Una de las noches en que Calixto acude por la noche al jardín de Melibea, los criados mueven gran alboroto en la calle (la avaricia de Celestina había desencadenado una sucesión de calamidades en cascada, que empiezan en la muerte de la propia Celestina a manos de un criado de Calixto).  Temeroso de ser descubierto a causa de este alboroto, Calixto sale precipitado de la casa de Melibea, y al bajar por  la escala da un traspiés que le cuesta la vida. Melibea, desesperada, sube a la torre de la casa, su padre tras ella, y allí le confiesa sus males de amor. Y aprovechando la breve ausencia de su padre que ha bajado a ordenar que le traigan una vihuela para mitigar con la música su pena, se precipita de la torre a la calle, para acompañar en la muerte a su amado.




Christine Keeler y John Profumo
Christine Keeler fue una bailarina de cabaret que protagonizó el escándalo político-sexual más sonado del siglo XX. Ella mantenía una relación extramarital con el Ministro de Guerra de Gran Bretaña, John Profumo y a la vez, salía con Yevgeny Ivanov, un marino de la URSS. A cambio de sexo, este le contaba secretos de estado. El escándalo finalizó con la renuncia de Profumo y con la celebridad de la bella Christine.




Shah Jehan y Muntaz Mahal
Arjumand Banu Begum (1593-1631), conocida como Mumtaz Mahal, era la esposa del emperador mogol Sha Jahan. Mumtaz Mahal era una princesa persa que contrajo matrimonio con Shah Jahan, emperador y magnífico guerrero, en 1612, con el fin de afianzar la paz entre los dos pueblos. Sin embargo Sha Jahan se enamoró perdidamente de Mumtaz, teniendo con ella 14 hijos, siete de los cuales murieron durante la niñez. También fue madre de crianza de Iranar, una de las bailarinas y poetisas más famosas del siglo XVII, hija de una de sus criadas, quien muriera al dar a luz a la niña. Mumtaz no era la única esposa del emperador, pero era su favorita debido a su magnífica belleza, candor y bondad. Durante su matrimonio, Shah construyó magníficos palacios para su favorita. La soberana era muy querida y constantemente intervenía en nombre de los solicitantes, viudas y huérfanos a quienes daba concesiones. Mumtaz dio a luz a su decimocuarto hijo en 1631, momento en el que acompañaba a su esposo en Deccan, cuando éste llevaba a cabo una campaña militar contra Khan Jahanb Lodi, muriendo por las complicaciones del parto. A la muerte de la esposa del rey se decretó luto nacional en su honor durante dos años. La muerte de Mumtaz provocó tal dolor en el emperador que abandonó la vida de lujos de la que gozaba y dedico el resto de su vida a la construcción de la tumba de su esposa, el Taj Mahal, en la ciudad de Agra, en el que trabajaron unos 20.000 obreros indios y persas, durante unos 20 años. Actualmente, los restos de ambos se encuentran en una pequeña recámara debajo de la cúpula del mausoleo.




Frances Stevenson y David Lloyd George
David Lloyd George, primer ministro británico, mantuvo un romance extramatrimonial con Frances Stevenson, su asistente. Sólo 30 años después, cuando murió su esposa, pudo casarse con ella.




Monica Lewinsky y Bill Clinton
¿Quién no recuerda “el escándalo Lewinsky”? Esta joven ingresó a la Casa Blanca como becaria y se hizo famosa  después de que, en 1997, saliera a la luz la noticia de que mantenía un romance con el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Lo que nadie habría de olvidar es la declaración de Lewinsky tras la revelación. Ella dijo que la relación sólo consistía en practicarle sexo oral al presidente en el salón Oval de la Casa Blanca. ¡Vaya declaración!




Los amantes de Teruel
Son Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura. Eran dos jóvenes de las principales familias de Teruel; pero ya fuese por las frecuentes desavenencias entre familias rivales, ya fuese por razón de la limpieza de sangre (ser cristiano viejo), que entonces se miraba mucho, el caso es que los padres no estaban de acuerdo con esos amores. Y como ocurre también en todas las leyendas de este género, puesto que son copia de la única realidad que entonces imperaba, los padres de Isabel decidieron casar a la moza para no dar lugar a que creciese aquel amor inconsentido.  Fue señalado el día de la boda y Juan Diego sintió la necesidad de despedirse definitivamente de su amada. Escaló la tapia del jardín como era costumbre, y lo hizo a la medianoche, que es cuando mandan todas las leyendas.  Tras los requiebros amorosos propios de la ocasión, don Juan Diego le pidió una prenda de amor a su amada: UN BESO, dice la leyenda para no quitarle un ápice de romanticismo a este amor.  Casta y obediente a la voluntad de sus padres como era Isabel, se lo negó, bien que su corazón le pedía aquello y mucho más. Aquella negativa fue más fuerte que el corazón lacerado del infortunado don Juan Diego: se le borró el mundo de la vista, quedando en sus pupilas la dulce y atormentada imagen de su amada, y cayó allí mismo desplomado. Al entender su corazón que nunca más podría latir para Isabel, prefirió dejar de latir para siempre.  La noche se convirtió en alboroto. Corrió la voz por toda la ciudad de Teruel y se iluminaron sus ventanas con la luz de los candiles. El día siguiente la familia de don Juan Diego Martínez de Marcilla estaba llamada a funeral en la iglesia catedral, y dos horas más tarde, en la misma iglesia estaba llamada a boda la familia de Isabel Segura.  A la infortunada amante, perdida en el delirio del amor perdido, y condenada a amar a quien no la amaba, los pies la condujeron con determinación hacia el funeral prohibido. Se acercó al catafalco a contemplar a su amor. Y al ver aquellos labios aún abiertos pidiéndole el beso que le negara unas horas antes, no pudo resistirse a esa última petición callada de su amado, u postrándose junto a él le dio el beso de despedida.  El beso de Isabel fue de los que resucitan a los muertos. Pero ¡ay!, le faltó a ella el aliento para sobrevivir a aquella explosión de dulzura y amargura. Su corazón estaba ya tan malherido que sucumbió a la violenta sacudida de aquel beso.  Maravillados los asistentes de la duración de aquel beso, quisieron levantar a la infortunada amante de don Juan Diego, pero el beso la había transportado a la eternidad. La familia de Don Diego se doblegó a la violencia de aquel amor, tendieron a Isabel junto a su amado, celebraron por ambos el funeral, y juntos fueron sepultados para eterna memoria de aquel amor y para aviso de padres que cierran los ojos y el corazón al amor de sus hijos.




Lucy Mercer y Franklin Roosvelt
Lucy Mercer fue la secretaria particular y la mano derecha de Eleanor Roosvelt. Y, además, la amante de su esposo, el ex presidente de los Estados Unidos, Franklin Roosvelt. Este romance salió al descubierto en 1966, cuando el ex asesor del político, Jonathan Daniels, escribió su libro de memorias.


Juana la Loca y Felipe el Hermoso
La tradición nos cuenta que Juana I de Castilla (1479-1555), más conocida como Juana la Loca, enloqueció de amor. Aunque más que de amor debería decirse de celos. Ella se ganó su apodo a pulso, aunque hubo quien la defendió y acreditó que todo lo que decía era razonable. En 1496, cuando tenía 16 años, Juana se casó con el archiduque Felipe (1478-1506), primogénito del emperador alemán Maximiliano I y de María de Borgoña. Hubo que adelantar la boda porque ambos querían meterse en la cama nada más conocerse, el 21 de agosto de 1496. Juana era una convencida humanista que quería suprimir la Inquisición. Al principio, a él le gustaba el ardor de ella, pero pronto se cansó y buscó nuevas aventuras. Juana empezó a perder la razón y el flamante marido estaba algo atemorizado por sus excesos. A principios de 1502 aparecieron los primeros síntomas de enfermedad mental. A pesar de que había sido educada con esmero y era una mujer culta que hablaba cinco idiomas, Juana no estaba destinada a ser reina. Se convirtió en heredera de los reinos de Castilla y Aragón tras la muertes de sus hermanos Juan (1497) e Isabel (1498) y de su sobrino Miguel (1500). Fue reconocida por las Cortes en 1502. Tuvo varios hijos: Leonor (1498), Carlos (1500), Isabel (1501), María (1505) y Catalina (1507). Cuando Felipe murió, el 25 de septiembre de 1506, del corte de digestión provocado por beber agua helada después de un partido de pelota, la reina hizo que instalaran el cadáver en una dependencia de clausura para que ninguna mujer pudiera verlo. Cada día visitaba a su esposo y abría el ataúd con la llave que llevaba colgada al cuello. El cadáver, que estaba mal embalsamado, se fue descomponiendo hasta que quedó una piltrafa humana y un penetrante olor. Finalmente la reina accedió al traslado. Juana paseó por media España el cadáver de su marido para enterrarle en Granada junto a los restos de Isabel la Católica. Embarazada de ocho meses, andaba durante las frías noches de diciembre de 1506 siguiendo el cortejo que transportaba los restos de Felipe. Al cuello, colgada una cinta negra, seguía llevando la llave que abría el féretro. De ahí la leyenda de que todavía se la ve vagar con el cadáver de su esposo. El desequilibrio de Juana hizo que su padre, Fernando, asumiera de nuevo el gobierno de Castilla. En 1506 fue recluida en el castillo de Tordesillas, donde pasó el resto de su vida. Acudieron a rescatarla los comuneros, que la reclamaban como legítima reina de Castilla, pero como entre sus muchas manías estaba la de no firmar un papel, no hubo forma de que autorizara nada.




Judith Exner y John F. Kennedy
Judith Exner tras divorciarse del actor William Campbell  tuvo un romance extramarital con Frank Sinatra. Fue este mismo quien se la presentó a John F. Kennedy cuando era candidato a la presidencia. De 1960 a 1962, Exner tuvo un romance con Kennedy, quien, dicen, la utilizaba como un contacto con el líder de la mafia italiana. Se dice que Kennedy terminó la relación cuando obtuvo la información que necesitaba.





Romeo y Julieta
Eso de “amores que matan” se ajusta muy bien a la historia de los dos jóvenes enamorados, Romeo y Julieta, que por los conflictos entre sus familias no pudieron disfrutar el amor que se profesaban. Los Capuleto y los Montesco eran dos familias que vivían en la ciudad de Verona, y que estaban enfrentadas desde generaciones. Romeo pertenece a los Montesco y Julieta, a los Capuleto. Se conocen en una fiesta de disfraces que organiza la familia de la joven, en la que se infiltran unos cuantos jóvenes, entre ellos Romeo, el único hijo de Montesco. Julieta, comprometida con el conde Paris, conoce en la fiesta a Romeo y ambos se enamoran. La misma noche, Romeo va a la ventana de su amada y ambos se juran amor eterno. Con la ayuda del Fray Lorenzo, los jóvenes se casan secretamente. Teobaldo, primo de Julieta, sospecha del amor entre ambos y reta a Romeo a un duelo. Este trata de persuadir a Teobaldo, sin éxito. Al final, un amigo de Romeo se bate con Teobaldo y muere. Para vengar su muerte, Romeo mata a Teobaldo. El príncipe de Verona decreta su destierro. La última noche la pasa en el lecho con su joven esposa. El padre de Julieta acelera las bodas de su hija con el conde Paris, pero ella se niega y el Capuleto la amenaza con repudiarla. La joven acude a pedir consejo a Fray Lorenzo, este le da una poción con la cual permanecerá como muerta durante dos días y después volverá a la vida. Luego manda avisar a Romeo. Julieta toma la poción y es enterrada con gran pompa en el panteón de los Capuleto. Romeo se entera de boca de su escudero, que llegó antes del mensajero del fraile, y cree que Julieta murió realmente. Va al panteón donde yace su amada y se quita la vida a los pies de la tumba. Cuando Julieta despierta encuentra el cuerpo sin vida de Romeo y ella también se quita la vida.




Sissi de Baviera y Francisco José
La historia de amor entre la princesa Sissi de Baviera y Francisco José comenzó en 1853 en una localidad cerca de Salzburgo donde el Emperador de apenas 23 años estaba de vacaciones. Francisco José debía haber sido presentado a la princesa Elena de Baviera, hermana de Elizabeth, pero al conocer a Sissi se enamoró perdidamente y oponiéndose a su madre se comprometió con aquella joven de apenas 15 años. Un año después se celebró la boda y Austria se enamoró de su joven emperatriz de cuentos de hadas. Sin embargo, Sissi no era feliz. Francisco José la amaba, pero al gobernar sobre 50 millones de personas, tenía poco tiempo para su esposa, quien pasaba la mayoría de las noches durmiendo sola, fuera de la cama imperial. La emperatriz, de espíritu inquieto y gran inteligencia, pronto se interesó en los asuntos de Estado y sus ideas liberales pronto contribuyeron en la lucha por la igualdad del pueblo húngaro y lograron que Francisco José fuera consagrado Rey de Hungría. La madre del Emperador nunca aceptó a Sissi y cuentan crónicas de la época, que los invitados a los banquetes del palacio real solían reservar para la misma noche una mesa en el restaurante del hotel Sacher. El ambiente tenso entre el Emperador, su madre y Sissi no auspiciaba grandes veladas y las cenas solían ser muy breves. La tensión llegó a tal punto que la Emperatriz comenzó a tener una vida bastante independiente de la de su marido, le encantaba viajar y algunos afirman que solía escaparse bastante. Los viajes de Sissi se hicieron cada vez más frecuentes y más largos. Iba a visitar a su familia en Alemania, Inglaterra, Venecia que todavía estaba bajo dominio de Austria, o a su "paraíso secreto", como le gustaba llamarle a la isla de Madeira sobre el Océano Atlántico. Al principio viajaba a todo lujo, con incontables vestidos y un séquito de 90 personas a su servicio, que ocupaban varios vagones del tren imperial. Un hecho por demás desgraciado, el suicidio de su hijo, transformó profundamente el carácter de Sissi, que continuó viajando pero sin tanta pompa. Viajaba sólo con una dama de compañía y se registraba en los hoteles con un seudónimo: "Duquesa de Hohenberg". Cada vez más alejada de su marido, sólo se enteraba de su paradero por la prensa. Todas las imágenes de Sissi, los retratos y esculturas, la muestran como una mujer joven. Esto es porque cuando Sissi cumplió los 30 años, cubrió su rostro con un velo, para que siempre se le recordara joven y bella. En vida ella misma se encargó de convertirse en un mito. Y su muerte no fue menos cinematográfica. Fue asesinada a la edad de 61 años en un atentado político. Pegado al Palacio Real, muy cerca del Teatro Nacional y el Ayuntamiento, su marido Francisco José, decidió construir un parque abierto al público, con un memorial de Elizabeth.




Rainiero de Mónaco y Grace Kelly
Grace tenía 25 años, había ganado un Oscar y era un de las bellezas más famosas del mundo. En la primavera de 1955, fue al festival de Cannes, ya que fue invitada a una sesión de fotos con el Príncipe Rainiero de Mónaco, para publicidad turística. Allí comenzó el romance más famoso de la historia de Mónaco que terminó fatalmente con la muerte de Grace en 1982.





John Lennon y Yoko Ono
Yoko Ono y John Lennon conforman la pareja más representativa y controversial de los años 60. Enmarcados en el hippismo y en la beatlemanía, Yoko (artista plástica japonesa) y John se conocen en una galería de arte en Londres en 1966. El 20 de marzo de 1969 se casaban en Gibraltar, fue la segunda boda para Lennon y la tercera para la japonesa, una vida en común que duró más de una década, pues su relación había comenzado años antes, cuando ambos estaban casados. Una relación que según cuenta la leyenda, acabó con la mejor banda musical de la historia, y, para otros, convirtió a una innovadora artista plástica en la gran cabeza de turco del rock. Yoko Ono es hoy la viuda más famosa del mundo, además de una artista que sigue experimentando y publicando interesantes aportaciones musicales. Ono ha apoyado el Museo John Lennon de Saitama, a las afueras de la capital japonesa, el único centro de esas características que tiene su bendición en el mundo. La muerte los separó el 8 de diciembre de 1980, cuando Mark Chapman le disparó fuera de su apartamento de Nueva York.




Camila Parker y Carlos de Inglaterra
La duquesa de Cornwall, Camila Parker,  conoció al príncipe Carlos de Inglaterra en 1970, sin embargo, cada uno decidió hacer su vida por separado: ella casada con Andrew Parker y él con Diana de Gales. Por años, la prensa especuló sobre un romance secreto entre los dos, lo cual se comprobó cuando Lady Di decidió terminar su matrimonio en 1995. Dos años después, cuando ella muere, Camila pasa a ser la inseparable de Carlos. En el 2005, finalmente, se casaron.




La Reina de Saba y Salomón
La sorprendente vida de la Reina de Saba, hermosa mujer dotada de una inteligencia y diplomacia excepcionales, cuyas leyes a favor de los derechos de la mujer, y, sobre todo, su juramento de perpetua virginidad, parecieron marcar un destino cuyo rumbo quedó alterado tras su encuentro con el amor y el placer encarnados en el rey Salomón. No se sabe bien su identidad, ni nacionalidad, pues ha sido durante mucho tiempo un tema de debate, pero lo que nadie discute es la tórrida historia de amor vivida entre estos dos monarcas. Las referencias que tenemos de la reina de Saba son todas en relación con su visita a Salomón. Según estos escritos y leyendas orales, conocida la existencia de esta reina por Salomón éste le envió un mensaje ,casi un ultimátum, a lo cual la reina le respondió enviándole un inmenso tesoro lo cual irrito a Salomón contestándole que todo eso no tenía valor comparado con el valor de la sabiduría no dejándole más opciones a la reina que realizar un viaje en persona de más de 1000 km por el peligroso desierto arábigo para realizar un trato personal con Salomón del cual ya tenía referencias contadas por los mercaderes de las caravanas de su sabiduría de su poder de hablar con los animales e incluso de comunicarse con los espíritus. Al encontrarse, y a pesar de las 700 mujeres "legales" y las 300 concubinas que tenía Salomón, se enamoraron mutuamente, quedando ella admirada de los conocimientos de él y él de la inteligencia y hermosura de ella. Descrito tanto en la Biblia como en el Corán, el legendario romance ha dado pie a lo largo de la historia para generar desde poesía épica hasta superproducciones hollywoodenses, pasando por supuesto por novelas y magníficas óperas. Ahora bien, lo que no se sabe con absoluta seguridad, más allá de la identidad y la nacionalidad de la bella reina, es si realmente existió o simplemente ha sido una extraordinaria leyenda que comenzó a gestarse antes de Cristo y continúa hasta nuestros días. De todos modos, muchas son las historias que se cuentan de ella y aunque ni la nacionalidad ni su nombre están claros, podemos decir, por ejemplo como ya se dijo anteriormente que los árabes la conocen como Bilquis, los griegos como Minerva Negra, y para los etíopes es Makeda. Cabe destacar que arqueólogos alemanes han encontrado los restos del palacio de la legendaria reina de Saba en la localidad de Axum, en Etiopía, y desvelado con ello uno de los mayores misterios de la antigüedad, según ha anunciado la Universidad de Hamburgo. Las investigaciones han revelado que el primer palacio de la reina de Saba fue trasladado poco después de su construcción y levantado de nuevo orientado hacia la estrella de Sirius, destacan en un comunicado los arqueólogos que han encontrado los restos de esta residencia del siglo X a.C. bajo el palacio de un rey cristiano. Según su hipótesis, Menelik I, rey de Etiopía e hijo de la reina de Saba y del rey Salomón de Jerusalén, fue quien ordenó levantar el palacio en su lugar final. El hallazgo de este palacio resuelve algunos de los misterios que rodean a esta reina, sobre la que hablan centenares de leyendas, relatos de la Biblia o del Corán.




Tristán e Isolda
El origen de esta leyenda se remonta a un relato celta que describía el romance entre una princesa inglesa y un guerrero irlandés. Este marco le pareció el ideal a Richard Wagner para componer su famosa ópera (fruto del amor imposible del joven Wagner con Matilde Wesendok). Tristán e Isolda están unidos por un amor indestructible, aunque culpable e ilegítimo. Tristán era el hijo del rey de Leonois y Blancaflor, hermano del rey Marco. Fue educado por Gorvenal, que le enseñaba a manejar la lanza y la espada. A socorrer a los débiles y a detestar la felonía. Se hizo poco a poco maestro en tocar el arpa, y en el arte de la montería. Por otra parte Isolda era hija del Rey de Irlanda. Cornualles, condado donde reinaba el Rey Marco; tío de Tristán, estaba comprometido por un tratado con Irlanda. En virtud de ese tratado, el condado de Cornualles debía entregar a trescientos jóvenes y a trescientas jóvenes a Irlanda. El Rey de Irlanda aceptó, sin embargo, que esta obligación no fuera cumplida si un campeón vencía en combate singular al gigante Morholt, su cuñado. Tristán acepta el desafío y vence a Morholt. Marco decide casarse con Isolda, la de los bucles de oro, y envía a Tristán a buscarla al país de Irlanda. El contrato es concluido rápidamente, y la Reina deja marchar a su hija. Pero la maga confía al sirviente Brangien, que los acompañe. Prepara un filtro de amor debe dar a beber a los esposos, la noche de bodas. Brangien el sirviente, esconde en el barco la copa que contiene el filtro. Durante el viaje de vuelta, Tristán e Isolda sienten el deseo de beber. Descubren la copa, y ambos beben su contenido. Isolda bebió a grandes tragos y se lo dio a Tristán, que lo vació. El conjuro fue hecho: un amor indisoluble los unió.




Liu Guojiang y Xu Chaoqin (La Escalera del Amor)
Una increíble historia de amor ha salido recientemente de China y ha logrado tocar al mundo. Es la historia de un hombre y una mujer de edad quienes huyeron para vivir y amarse en paz el uno al otro por más de medio siglo. Hace más de 50 años, Liu Guojiang un muchacho de 19 años se enamoró de una madre viuda de 29 años llamada Xu Chaoqin. En un enrollo digno de Romeo y Julieta de Shakespeare, amigos y parientes criticaron la relación debido a la diferencia de edades y el hecho de que Xu ya tuviera hijos. Para esa época, era inaceptable e inmoral para un hombre joven el amar a una mujer mayor. Para evitar el murmullo en el mercado y el desprecio de sus comunidades, la pareja decidió fugarse y vivió en una cueva en el condado de Jiangjin en la sureña municipalidad de ChongQing. Al principio la vida fue dura ya que ellos no poseían nada, ni electricidad ni siquiera alimentos. Tuvieron que comer pasto y raíces que encontraron en la montaña y Liu construyó una lámpara de keroseno que usaban para iluminar sus vidas. Xu sentía que había atado a Liu y repetidamente le preguntaba, '¿estás arrepentido? Liu siempre le respondía, 'mientras seamos laboriosos, la vida mejorará.' En el segundo año de vivir en la montaña, Liu empezó y continuó por más de 50 años, a cavar las gradas para que su esposa pudiera bajar fácilmente la montaña. Después de medio siglo en 2001, un grupo de aventureros estaban explorando el bosque y se sorprendieron al encontrar a la vieja pareja y las más de 6.000 gradas hechas a mano. Liu MingSheng, uno de sus siete hijos dijo, 'Mis padres se amaban tanto, ellos han vivido en reclusión por más de 50 años y nunca han estado separados un solo día. Él hizo más de 6.000 gradas a través de los años por la conveniencia de mi madre, a pesar de que ella no baja mucho la montaña. La pareja ha vivido en paz por más de 50 años hasta 2008. Liu, con 72 años regresó de su labor agrícola diaria y murió. Xu se sentó y oró por su esposo mientras moría en sus brazos. Tan enamorada de Xu estaba Liu, que nadie fue capaz de liberar el agarre que él tenía en la mano de su esposa aún después de muerto. El gobierno local ha decidido preservar la escalera de amor y el lugar en que vivieron convirtiéndolo en un museo, para que su historia de amor pueda vivir para siempre.




Cleopatra y Marco Antonio
Con tan sólo 18 años, Cleopatra quería reinar sola, pues consideraba que su hermano era demasiado joven para gobernar Egipto. En el año 40 a. de C., con la ayuda de Julio César, destituyó a su hermano-esposo, con quien compartía el trono. Los matrimonios entre hermanos en el Antiguo Egipto eran costumbre en las castas reales pues procuraban mantener el poder encerrado en los clanes familiares. Cleopatra, después de quedar como exclusiva soberana, se convirtió en la amante de Julio César. Todos los escritores que se refieren a la relación entre César y Cleopatra, la describen como arrolladora. No sólo pasaban la mayor parte del tiempo juntos, bien en largas fiestas y banquetes reales o en viajes por el Nilo, sino que César, única y exclusivamente por amor, entró en una guerra muy complicada en Egipto, contra Pompeyo, en la que puso en peligro el imperio romano. Es curiosa la llegada de Cleopatra. Se hizo envolver desnuda en una rica alfombra que, transportada a hombros de un servidor, no encuentra obstáculos para ser llevada ante César, como si fuese uno más de los asombrosos regalos. César presencia como se desenrolla la alfombra y aquí empieza un amor que ocasionó una guerra para restaurar a Cleopatra como reina de Egipto. Lo siguió a Roma y tuvo un hijo con él: Cesáreo. Después de que julio César fuera asesinado en el 44 a. de C., Cleopatra huyó de Roma. Ganó entonces los afectos de Marco Antonio y con él regresó triunfante a Egipto en el 42 a. de C. En el 36 se casaron. Esto enfureció a Octavio, (pues Antonio había rechazado a su hermana) que entonces regía los destinos de Roma y decidió destruirlos. En el año 31 una flota conjunta de Antonio y Cleopatra fue totalmente aplastada por las fuerzas de Octavio. El amor de Marco Antonio por Cleopatra se impuso, tanto a las súplicas de su primera mujer, Fluvia, que intentó separarle de la reina egipcia hasta su muerte, como al posterior matrimonio con Octavia, hermana de Octavio. Marco Antonio convivió con Cleopatra y tuvieron dos gemelos, a los que llamaron Alejandro Helios y Cleopatra Celene (Alejandro “el sol” y Cleopatra “la luna”). Una vez más, en esta historia, está presente el destino trágico de los amantes famosos. Marco Antonio fue informado de que Cleopatra había muerto al envenenarse. Se habían prometido que uno seguiría a la muerte al otro, así que Marco Antonio se quita la vida. Aquí la historia está confusa. Unos dicen que Marco Antonio se envenena. Mientras el veneno empieza a hacer efecto se entera de que realmente Cleopatra no había muerto, pero ya es tarde, y hace que le conduzcan hacia ella para poder morir en sus brazos. La otra versión de la historia es que se clava una espada. Tras sepultar a Antonio, Cleopatra decide morir. Las heridas que se hizo en el pecho, llorando ante el cuerpo de Marco Antonio, se habían infectado. La fiebre y su abandono, al negarse a tomar alimentos, hacen temer lo peor. En este momento aparece el vencedor, Octavio, que era cuñado de Marco Antonio, pero pronto comprendió la importancia política de que Cleopatra desfilase junto a él en la conmemoración de su victoria. Cleopatra se recupera e intenta repetir la maniobra seduciendo a Octavio, pero no le gusta su nariz y hace inmortal la frase “si la nariz de Cleopatra hubiese sido más corta, la historia del mundo habría cambiado”. Así que Cleopatra, negándose a la humillación de compartir el “triunfo” de Octavio, elige la única salida posible, se hizo vestir con sus mejores galas, envió un mensaje a Octavio pidiendo que su cuerpo fuese sepultado junto al de Antonio y se dejó morder por un áspid.




Katharine Hepburn y Spencer Tracy
Katharine Hepburn, esta bella actriz de la década del 40 se separó de su esposo, pero nunca se divorció debido a la fuerte creencia católica de este. Así vivió 27 años de romance escondido con el actor Spencer Tracy. El romance terminó sólo tras la muerte de él.



Bonnie & Clyde
Bonnie y Clyde fueron unos famosos forajidos, ladrones y criminales de Estados Unidos durante la Gran Depresión. Esta pareja de delincuentes captaron la atención de la prensa norteamericana y fueron considerados como "enemigos públicos" entre 1931 y 1935. Aunque la banda fue conocida por los robos a bancos, Clyde Barrow prefirió el robo a pequeños comercios y gasolineras. Hay numerosas historias de cómo se conocieron Bonnie Parker y Clyde Barrow. La más creíble es la que dice que se conocieron en enero de 1930 en la casa de unos amigos comunes. Bonnie se ausentó de su trabajo de camarera para acompañar a una amiga que se había roto un brazo, que recibió la visita de Clyde Barrow. Al charlar un poco, ellos se reconocieron mutuamente como personas amantes de las armas de fuego y de los coches rápidos. Ella tenía femeninas formas y una rapidez mental envidiable. En cambio, él era robusto y su espíritu oscilaba impredeciblemente entre la ternura y la violencia. Tenían 22 años cuando comenzaron a vivir un gran romance sobre ruedas y a ser perseguidos por la ley. La prensa sensacionalista los ayudó a ganar notoriedad. Sus audaces fugas generaron simpatía en la población porque ridiculizaban a un gobierno jaqueado por la recesión y las autoridades decidieron detenerlos de forma aleccionadora. Poco tiempo después de su primer encuentro, Clyde fue arrestado y lo condenaron a 14 años de prisión sin contemplar que una mujer enamorada es capaz de cualquier cosa. La delicada Bonnie fue a visitarlo a la cárcel escondiendo dos pistolas en su sensual cuerpo. Cuando los guardias no miraban, se las pasó y él encaró una cinematográfica fuga. Bonnie y Clyde fueron asesinados el 23 de mayo de 1934, en una carretera secundaria Cerca de Bienville Parish (Louisiana). Murieron a causa de una emboscada de cuatro oficiales de policía de Texas y dos de Louisiana. Según el levantamiento de los cadáveres, el coche contaba con un total de 167 agujeros de bala. Los oficiales tuvieron órdenes específicas de vaciar los cargadores de sus rifles y de sus pistolas. Según las declaraciones de Ted Hinton y Bob Alcorn: “Cada uno de nosotros tenía una pistola, una ametralladora y un rifle automático. Abrimos fuego con las automáticas. Se vaciaron antes de que el coche llegara a nosotros. Entonces usamos las ametralladoras. Había humo en el coche, y parecía que se iba a incendiar. Después de vaciar las ametralladoras, vaciamos las pistolas en el coche, que pasó por delante de nosotros y rodó 50 yardas por la carretera. Continuamos disparando incluso después de que el coche se parase. No teníamos otra alternativa.” Las versiones narradas por policías, cazarecompensas y mercenarios eran tan contradictorias que en vez de desatar los festejos soñados, impulsaron una ola de críticas y los testigos denunciaron un sinfín de irregularidades.